La luz natural, el mejor sistema de iluminación a la hora de hacernos fotos de marca personal, pero hay que saber utilizarla.
Me pone muy contenta que reconozcáis mis fotos por la luminosidad que tienen y que además os encante.
“Hago fotos, pero no consigo esa luz que tienen las tuyas”
Es una de las preocupaciones que más me trasmitís y sabéis que uno de mis secretos es utilizar luz natural. Es un recurso gratuito y accesible. Además, la iluminación es más real y les aporta naturalidad a tus fotos, algo que está en tendencia. Ser natural.
La luz natural tiene muchos beneficios, pero también tiene algunos inconvenientes que si sabemos manejarlos no tienen por qué serlo tanto.
A continuación vamos a hablar de los tres principales inconvenientes de utilizar luz natural y cómo solucionarlos.
Dirección de la luz natural en fotografía de marca personal
La luz natural viene en todas las direcciones y hay que saberla manejarla bien. No la podemos dirigir. No es como un foco que podamos mover a nuestro antojo y ponerlo donde más nos interesa. ¿Solución? Nos movemos nosotros.
Pero ten en cuenta cómo colarte para que te de la luz de la forma que más te favorezca. Puedes conseguir que incida en ti en forma de contraluz, luz directa, luz lateral, luz nadir (viene desde abajo) y luz cenital (viene desde arriba). Mi consejo es que te decantes por luz lateral, dará volumen a tu rostro, pero sin crear sombras desagradables.

Para este tipo de fotografías no te aconsejo luz directa, contraluz, nadir o cenital. La luz directa aplanará tu rostro, y el contraluz únicamente mostrará tu silueta. Respecto a la luz nadir, esa que utilizamos cuando queremos contar historias de miedo, no es una luz a la que estemos acostumbrados y la luz cenital produce sombras en la cara que no favorecen nada.
La intensidad de la luz natural no se puede regular.
La luz que incide en nosotros puede ser dura, es decir que las sombras que se crean tienen líneas muy marcadas o cuando ocurre todo lo contrario y las líneas están difuminadas, que en ese caso tenemos luz difusa. Pero como imaginarás no existe un botón para el sol que nos permita subir o bajar la intensidad de la luz.
En el caso de fotografía de marca personal, se suele utilizar luz difusa, a no ser que quieras trasmitir más dramatismo y quieras tener sombras muy marcadas en tu rostro.

¿Qué hacemos entonces si no podemos regular la intensidad?
Si tienes la oportunidad de elegir el día que te vas hacer fotos, apuesta por días nublados. Las nubes harán de filtro de los rayos y llegarán a ti de forma difusa. También puedes ayudarte de difusores que filtren la luz o reflectores que rellenen zonas de tu cara en sombra para equilibrar la iluminación de tu rostro.
La temperatura de la luz natural no es todo el rato igual.
¿No lo sabías? Seguro que sí, pero no lo habías pensado.
Hacer un balance adecuado de la luz cuando tomamos fotografías es importante para que los colores se acerquen lo máximo a la realidad. La luz a lo largo del día tiene diferentes tipos de temperaturas, así que dependiendo de lo que queremos conseguir (calidez, elegancia, luminosidad, dramatismo, contrastes…) tenemos que prestar atención a la temperatura de la luz.

Debes saber que en la luz fría prevalecen los tonos azulados y aunque nuestros ojos corrigen de forma automática esta tendencia, tu cámara no. Si buscas estas tonalidades, entonces aprovecha la luz del día que tiene la temperatura más alta.
Por el contrario, si buscas calidez, te aconsejo que hagas fotos durante el amanecer o el atardecer, donde predominan los tonos amarillos-anaranjados. ¿Te suena el termino golden hour? Eso es, la típica foto de atardecer con esos tonos rojizos que tanto nos gusta hacer en la playa.
Si te gusta hacerte tus propias fotografías, se te da bien y solo necesitas unos tips personalizados y profesionales para sacarles el máximo partido, quizás te interese mi servicio de Consultoría Fotográfica.
Una sesión de 60 minutos, donde te doy las pautas técnicas y creativas que necesitas para mejorar la comunicación visual de tu marca.